Bajo la sombra del roble

Bajo la sombra de un centenario roble se mece la decrépita figura de un anciano cuyo tiempo se consume con la premura de una cerilla al arder. Este mira con los ojos entornados, como viene haciendo tanto tiempo, a un niño vivaracho y jovial correr descontrolado de vuelta del colegio. El niño tira de su maleta con ruedas y al ver al viejo en su mecedora sentado saluda con una sonrisa alegre al caminar.
Otro día, el anciano contempla al mismo niño pasar. Ahora carga su maleta a la espalda y camina animado mientras conversa y ríe con otros chavales de su edad. En un descuido gira la cabeza hacia el vetusto roble, pero el anciano pasa desapercibido ante él, parece ser que esta vez se le ha olvidado saludar. 
La vida sigue, y el niño vuelve a pasar. Carga libros en los brazos que no tiene pensado leer, lleva ropa que le han dicho que le sienta bien y escucha esa canción que todo el mundo canta y nadie entiende ni se esfuerza en entender. Esta vez, esta vez se le ha olvidado hasta mirar.
Así pasa el tiempo y un día más camina el niño; ahora tardo y melancólico, mueve los pies con pesadez. Desvía la mirada al roble y echa de menos la figura del anciano. Saca un paquete de tabaco, ahoga en él sus penas y pasa de largo.
Otra vez se mece una figura bajo el roble, eterno acompañante y confidente de los hombres confinados a la soledad. Pero esta vez el niño no pasa, porque el niño mira pasar. Recuerda los momentos en que tiraba de una maleta con ruedas y llora en silencio. Siente sus huesos de cristal quebrarse, su corazón dormitar y sus pulmones hincharse perezosos. Cuánto daría por volver a pasar.



Comentarios

  1. Mi más sincera enhorabuena, me has echo llorar...

    ResponderEliminar
  2. Has sabido reflejar perfectamente la cadena de la vida. ¡Enhorabuena, Carlota! Desde ahora te seguiré gracias a este texto, me encantó.

    ResponderEliminar
  3. Es precioso, cada vez te superas más.
    ¿Te has planteado presentar este o alguno de tus texos a un concurso? Seguro que tendrías muchas posibilidades de conseguir algo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, alguna vez me lo he planteado pero realmente no sé si tengo el nivel. ¡Gracias por el apoyo!

      Eliminar
  4. Acabo de ver así de random este texto en un chat de videojuegos.
    Y me moló tela y entré en tu blog, gran hallazgo por cierto
    Apunto la pag a favoritos xD

    ResponderEliminar
  5. Buscando entre los blogs más vistos en España durante este mes encontré el tuyo, y al leer este texto... ¡Me enamoré!
    Enhorabuena, te has ganado un nuevo seguidor.

    ResponderEliminar
  6. Precioso texto, refleja la única verdad en esta vida: Que todos vamos a morir. Me apunto tu blog a mis paginas favoritas.

    ResponderEliminar
  7. Este texto roza la perfección.

    ResponderEliminar
  8. ¿Como es posible que una historia que ya era vieja cuando se invento el pergamino haya conseguido emocionarme? Esa es la verdadera magia de la literatura. Grande de verdad.

    ResponderEliminar
  9. ¿Sabes? A mi me dejó de latir cuando terminé de leer tu texto. Precioso, Carlota.

    ResponderEliminar
  10. Me hizo pensar en el eterno retorno de Nietzsche. Es como si en cierta forma ese niño que pasa al principio ya es el anciano, porque no puede escapar al remolino del tiempo. Es como la muerte, todos sabemos que ha de llegar algún día pero siempre esperamos que nunca suceda. La historia nos recuerda que sólo estamos de paso en este mundo (el roble centenario), y que además aunque seamos diferentes, niños, jóvenes, adultos o ancianos, somos un solo individuo que ha de pasar por todos estos estadios. El joven sigue siendo niño en ciertas cosas pero ya es un anciano también, al menos en potencia. Hermosa tu historia, gracias por compartirla.

    ResponderEliminar
  11. Muy bonita la historia y muy breve, invita a pensar.
    Saludos

    ResponderEliminar
  12. Esta historia no solo me acaba de hacer reflexionar, también me hizo soltar alguna lagrima...Mi más sincera enhorabuena.

    ResponderEliminar
  13. Lo más bonito que te pueden decir cuando escribes algo es:
    Me emocioné.
    Pues bien, lo has conseguido.

    ResponderEliminar
  14. Vas mejorando por días, Carlota.
    Santiago.

    ResponderEliminar
  15. Es precioooooooooooooooooooooooso. Enhorabuena :3

    ResponderEliminar
  16. Te conocí por Facebook por un usuario que hace spam en TODAS las paginas de literatura, se llama "Anthony Marvel" y quise ver que era ese SPAM, cosa que pocas veces hago (por no decir nunca) para evitar virus en el ordenador. Con tu blog me han entrado virus posiblemente hermosos, no me puedo creer que te haya conocido gracias al azar. Este texto ME ENCANTA. Así que añado la pagina a favoritos y que sepas que de ahora en adelante... ¡Te leeré!

    ResponderEliminar
  17. Muy lindo! Me encanta como escribís.

    Conseguiste una nuevo seguidora, de verdad me fascinó. Besitos

    http://Julicastellano.blogspot.com.ar

    ResponderEliminar
  18. Has sabido hacer que una historia dificil de contar, sea fácil.
    Mi más sincera enhorabuena, Carlota.

    ResponderEliminar
  19. Me gustó mucho, saludos desde Argentina.

    ResponderEliminar
  20. Enhorabuena por este texto, es sin duda alguna, una gran reflexión.

    ResponderEliminar
  21. Lo haces bien, muchacha.
    Y lo harás mejor.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  22. Sin palabras, Carlota.

    ResponderEliminar
  23. Este texto es taaaaaaaaan bonito.

    ResponderEliminar
  24. Sencillamente perfecto. Gracias.

    ResponderEliminar
  25. Escribes muy lindo, me emocionastes.
    Te sigo,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares